Una moda, importada de Brasil, va teniendo cada día más adeptos: la
colocación en los vehículos de stickers (para viejas generaciones, calcomanías)
con dibujos que representan a la familia del conductor.
Cada vez son más los vehículos que circulan por las calles de la ciudad
portando en la luneta el simpático dibujo.
Según algunos vendedores donde se comercializan estos stickers, hubo
momentos donde los automovilistas hacían cola para adquirirlos y que al
colocarlos, les ganaba la emoción y se les caían algunas lágrimas al ver
reflejado a sus hijos junto a su esposa y en varios casos a sus mascotas,
porque tampoco faltan el gato o el perro.
Este furor que lleva a muchos a mostrar rasgos de su vida privada, nos hace plantear
una inquietud ¿no traerá problemas de seguridad?
En épocas donde hay un reclamo generalizado hacia los funcionarios públicos
para que garanticen seguridad a la comunidad es muy llamativo que cada vez más
se publiquen datos sobre nuestra vida y que estos estén al alcance de
cualquier persona.
La cantidad de delitos cometidos a través de Internet nos lleva a pensar en
que hay que hacer un esfuerzo para evitar que con nuestros datos no se llegue a obtener nuestro
perfil, nuestras inclinaciones y nuestros hábitos como forma de preservar nuestras
pertenencias.
Por otro lado hay algo que llama la atención al cronista sobre esta moda, se
pueden conseguir distintas clases de personas y mascotas tanto en blanco y negro
como en colores. Dentro de las más conocidas mascotas como lo son los perros y
gatos hasta se encuentran tortugas o pájaros, pero en ningún caso se puede
hallar la figura de un abuelo o abuela. Esto nos lleva a preguntar ¿cuál es la
consideración que se tiene de ellos al momento de pensar en la familia?